Se preguntaba Patricia Woodbridge en su manual de diseño para la industria audiovisual ‘Design Drafting and Visualizing for the Entertaintment World‘ (Focal Press, 2013) si era necesario seguir formando a los estudiantes en las técnicas tradicionales de representación arquitectónica, es decir, en el dibujo a mano de toda la vida. En un ahora donde ya no sólo el diseño asistido por ordenador ha sustituido gran parte del proceso manual si no que las Inteligencias Artificiales amenazan con desterrarlo por completo, llaman poderosamente la atención afirmaciones como la que el coordinador de construcción Mike Villarino (Jurassic Park, Minority Report), que ha supervisado algunas de las construcciones de decorados más complejas de la historia reciente del cine, realizaba para Variety en 2017:
'Una de las cosas más relevantes que he notado es que cuando las personas dibujan a mano parece que se encuentran con los mismos problemas que yo cuando intento construir. En muchas ocasiones cuando tengo en mis manos planos de construcción generados por ordenador hecho de menos información'.
Parece ser que el hecho de realizar el ejercicio a mano involucraría ciertos aspectos del diseño que se diluyen cuando nos trasladamos a un entorno digital. Poder sacar infinitas vistas de un solo modelo no significa lo mismo que tener que anticipar cuántas de ellas son las necesarias para la construcción física del decorado y cuántas se pueden proyectar en una jornada. Economía de recursos en estado puro. De un modo más coloquial podríamos decir que se tiende a discurrir menos el plano cuando lo realizamos en digital y de esto tiene gran parte de culpa nuestra amada y admirada Ctrl+Z además de la gran cantidad de recursos parametrizables que nos ofrecen los programas de cad avanzado o modelado 3D. Por otro lado los avances involucrados con las herramientas digitales son indiscutibles y esto lo ilustra muy bien el artículo a continuación cuya lectura os recomiendo encarecidamente. No es la primera vez que oigo mencionar el ejemplo del templo griego y las columnas y no me puede parecer más elocuente: Production Design Artists Debate Hand Versus Computer
La inmediatez en la que estamos sumidos y los vertiginosos ritmos de producción puede que hagan olvidarnos de que todo tiene un proceso y que en ocasiones no existen o no conviene tomar atajos. El diseñador piensa sobre el papel y esta afirmación, que sigue tan vigente como la propia disciplina, resulta fundamental para establecer el balance y diestra combinación que debe existir entre las distintas técnicas y momentos. La forma en cómo nos comunicamos afecta a lo que comunicamos -reza la propia Patricia en el prefacio del libro- y es que las técnicas digitales no nos va a convertir en mejores diseñadores, quizá en diseñadores más rápidos, pero no mejores.