Hace unas entradas os contaba que la decoradora Carmen Dillon fue la primera mujer en conseguir un oscar y hoy es el turno de Patrizia von Brandenstein, la primera mujer en ganar la estatuilla al mejor Diseño de Producción. Lo hizo por Amadeus (1984) y hoy es noticia por ser galardonada con el Lifetime Achievement Award, reconocimiento del Art Directors Guild a las trayectorias destacadas.
Von Brandenstein (Arizona, 1943) empezó en 1972 como decoradora en «The Candidate» y de ahí como diseñadora de vestuario en «Between de Lines» y «Saturday Night Fever».
La primera vez que pisé un plató de cine tenía treinta años. A lo largo de mis estudios en Francia íbamos pasando por los diferentes departamentos de producción, gracias a lo cual tuve la oportunidad de aprender sobre todos los oficios tradicionales del teatro. Durante aquella época pinté decorados y fabriqué pelucas, muebles y todo tipo de accesorios.
El salto a la dirección de arte lo dio junto a su marido, el diseñador de producción Stuart Wurtzel en «Hester Street», «Breaking Away» o «Ragtime», film por el que recibiría su primera nominación. La segunda llegaría con Amadeus, que vendría acompañada del galardón, y la tercera por «The Untouchables».
Para ser un buen diseñador de producción es imprescindible poseer una gran capacidad de observación. En este oficio resulta fundamental saber adaptar lo que uno observa a las características de la película. Decorar per se es algo que no me interesa en absoluto; el salón de baile más bello del mundo no tiene valor si no encaja dentro del contexto de la historia. Hay que sentir una gran curiosidad por el mundo: por cómo están hechas las cosas, por cómo encajan unas con otras. El resto se puede aprender con el tiempo, pero este anhelo por conocer las cosas lo tiene que llevar uno dentro.»
Actualmente trabaja en el diseño de producción y vestuario para la obra teatral de broadway «The Anarchist», de David Mamet.
Aquí una charla suya en la universidad Emily Carr (Vancouver). Dura una hora y media, así que mientras la escucháis podéis dibujar un rato, que es lo que hace ella en todas sus películas. La ilustración que acompaña la entrada es de la película Skilwood, ambientada en una central nuclear. La imposibilidad de acceder a planos de centrales nucleares llevó a Von Brandenstein a entrevistarse con un jubilado que había trabajado como ingeniero en una planta nuclear. Fué él quien le proporcionó los detalles necesarios para el diseño del decorado.